El mantenimiento industrial ha ido evolucionando con el paso de los años hasta convertirse en una pieza clave para conseguir la máxima producción con la mejor calidad y el menor coste.
Para cualquier operador que forme parte del equipo de mantenimiento, conocer al detalle el estado de las maquinarias es casi una utopía. Saber cuándo hay que cambiar ciertas piezas, ser capaces de predecir cuándo se va a producir una avería… son muchos los aspectos que un negocio industrial debe controlar si desea mantener siempre su equipo en condiciones óptimas y con las mínimas interrupciones en el proceso de producción.
Puesto que realmente no existe una fórmula mágica con la que adivinar cuándo una máquina va a fallar, tan solo queda cuestionarse cómo se puede calcular la vida útil de un activo.
¿Qué es la vida útil de un activo?
Entendemos la vida útil de un activo como el tiempo en el que un activo está operativo para la empresa y funciona en perfectas condiciones. Es decir, durante la vida útil de un activo se esperará que opere alcanzando su máximo rendimiento.
Por esta razón, es posible que la vida útil de un activo haya acabado, pero este continúe funcionando. Sin embargo, no lo estará haciendo con la máxima eficacia, corriendo el riesgo de sufrir inesperadas averías que pueden interrumpir la cadena de producción en cualquier momento.
Cuando un activo llega a este punto, en muchas ocasiones deja de ser rentable económicamente para la empresa, ya que cada vez necesitará más mantenimiento y más reprocesos con sus consecuentes interrupciones.
Por tanto, la vida útil de un activo no se deberá tener en cuenta cuando únicamente este esté en funcionamiento, ya que deberá hacerlo en las condiciones más óptimas.
El ciclo de vida de un activo
Para comprender por completo cómo funciona un activo, habrá que conocer su ciclo de vida. Este puede diferenciarse en 4 fases:
- Planificación
En esta fase se detecta una necesidad y comienza el proceso de compra.
- Adquisición
Tras comparar proveedores, calcular la inversión y otros aspectos, se adquiere el activo para instalarlo en la fábrica.
- Operación y Mantenimiento
Una vez instalado, el activo ya estará en uso, beneficiando el rendimiento de la empresa y el proceso de producción.
Durante esta etapa, el mantenimiento es un aspecto imprescindible. Esto ayudará a alargar la vida útil de toda la maquinaria implicada en la cadena de producción, reduciendo costes y evitando que surjan daños irreparables en las instalaciones.
- Eliminación
Cuando el activo deja de funcionar con normalidad y necesita constantes reparaciones, es momento de sustituir el activo para evitar la pérdida total de su funcionalidad.
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Cómo calcular la vida útil de un activo
En realidad, no existe una fórmula universal con el que calcular la vida útil de un activo, ya que hay una gran cantidad de factores externos que influirán en su perdurabilidad. La frecuencia de uso, factores ambientales como la temperatura, la humedad o la calidad del mantenimiento son algunos de ellos.
No obstante, existen 3 formas de hacer una estimación de la vida útil del activo:
- Consultar al fabricante sobre la vida útil aproximada del activo que has adquirido. Estos podrán facilitar datos aproximados sobre el número de ciclo o utilizaciones que el activo puede soportar. A partir de estos datos, se podrá hacer un cálculo teniendo en cuenta el uso que se le hará en el negocio.
- Acceder al historial de equipos con características similares. Este método puede ser muy útil si se busca hacer una estimación teniendo en cuenta el uso real del activo.
- Ajustar anualmente y hacer previsiones. Es importante revisar las estimaciones y analizar si el activo se está quedando obsoleto o ya no opera con el rendimiento esperado.
Mantenimiento predictivo para alargar la vida útil de un activo
Las empresas, sobre todo en la industria, desean optimizar el mantenimiento con la finalidad de conseguir los máximos niveles de disponibilidad y fiabilidad al menor coste posible.
Establecer un plan de mantenimiento predictivo será la mayor garantía para extender al máximo la vida útil de las máquinas y equipamientos de un negocio industrial. El mantenimiento predictivo mejorará la disponibilidad de los equipos, producirá menos pérdidas y disminuirá el gasto que se genera al reemplazar piezas, parar la maquinaria para reparar el activo, etc.
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