En un escenario donde la mayoría de las personas trabajan desde casa, el acceso remoto y la administración de dispositivos y sistemas es crucial. Pero cuidado con los riesgos de seguridad.

2020 será recordado como el año en que un organismo microscópico conocido como COVID-19 puso al mundo entero contra la pared. Un virus extremadamente contagioso está obligando a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas excepcionales, como cerrar tiendas y otras empresas, o prohibir a sus propios ciudadanos que salgan libremente.

La mayoría de las personas en los países donde se aplican estas medidas son conscientes de la importancia de que se queden en sus hogares como un medio para evitar la gran escalada de casos y el colapso del Sistema de Salud. Los hashtags como #FlattenTheCurve o #StayAtHome, son recordatorios en Twitter de nuestro papel como ciudadanos para detener la propagación del virus.

Las consecuencias económicas de esta crisis son difíciles de prever, pero parece que existe un consenso de que esto tendrá un gran impacto en la actividad comercial en todo el mundo. La mayoría de las empresas en las áreas afectadas (hasta ahora) están cerrando sus oficinas y enviando a sus trabajadores a casa. Esto desafía la capacidad de las empresas de mantener el negocio como de costumbre cuando toda su fuerza laboral trabaja desde casa.

Como consecuencia, existe un «auge» en el uso de herramientas remotas para comunicarse y colaborar entre amigos y empresas, como Zoom, Teams, Slack …, especialmente en los sectores de servicios. De hecho, el aumento es tan grande que algunas de estas herramientas están luchando para ofrecer su servicio habitual. Pero, ¿qué pasa con las empresas industriales? ¿Cómo se enfrentan a esta crisis? ¿Pueden mantener sus actividades normales? ¿Pueden, al menos, monitorear y controlar parte de su actividad de forma remota?

El control remoto se está convirtiendo en la nueva normalidad

En una situación como la que enfrentamos actualmente con el riesgo de que un virus se propague y colapse nuestros sistemas de atención médica, las empresas deberían poder enviar a sus trabajadores a casa. Sin embargo, la falta de herramientas en el sector industrial para que los trabajadores puedan acceder, monitorear y mantener sus activos e infraestructura de forma remota está impidiendo que muchas empresas procedan en ese sentido.

Por supuesto, las compañías que producen productos físicos (automóviles, piezas de hardware, electrodomésticos …) sufrirán un mayor impacto ya que hay una parte del trabajo que necesita intervención manual que no se puede hacer de forma remota. Pero incluso en esas compañías hay muchas tareas y actividades que en realidad no deberían requerir acceso físico a la fábrica. ¿Por qué no reducir la presencia humana tanto como sea posible para que las personas realmente necesarias en esas fábricas puedan hacer su trabajo de manera efectiva en un entorno más seguro? Al digitalizar procesos y equipos mediante el uso de soluciones industriales de IoT, las empresas supervisan y operan sus plantas y fábricas no solo de forma remota sino también de manera mucho más eficiente

Sin embargo, una situación en la que la mayoría de las personas trabaja desde su casa y donde se puede acceder a las oficinas y fábricas a través de Internet nos da la configuración perfecta para un cibercriminal. El principal riesgo del trabajo remoto es la exposición de las empresas a los ataques cibernéticos. Lo que es más, en un escenario donde esa situación es global, los ciudadanos dependen mucho más del suministro de servicios básicos, y los cibercriminales lo saben. Un ataque a las centrales eléctricas en una situación como la actual es simplemente fatal.

Es por eso que la seguridad debe ser tomada en cuenta seriamente. Además de todo tipo de medidas de seguridad tradicionales, la exposición de datos, dispositivos y sistemas a Internet debe hacerse con cuidado, especialmente en el sector industrial. Estás tan seguro como tu eslabón más débil de la cadena, y ese es el vínculo más cercano al mundo físico: los dispositivos. Las empresas que digitalizan procesos y datos deben usar soluciones seguras para protegerse a sí mismas y a sus empleados.

Nexus Integra + Barbara, el combo Secure Industrial IoT

Es en situaciones como la que estamos viviendo actualmente donde soluciones como la que tiene más sentido es la combinación de Nexus Integra + Barbara.

Juntos, Nexus Integra y Barbara ofrecen una plataforma única que aumenta la eficiencia y la organización de las empresas industriales, con una operación intuitiva y simple. Barbara conecta de forma segura el equipo industrial de la empresa, protegiendo los datos y los dispositivos de las amenazas de ciberseguridad, y Nexus Integra ofrece una plataforma de operaciones integrada para gestionar los procesos productivos, agregando todos los datos generados por la empresa, desde esos dispositivos industriales a cualquier base de datos.

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Artículo escrito por Juan Pérez-Bedmar, Director de Ventas y Marketing de Barbara IoT.